Presentación del libro "Textos inéditos e inconclusos de Miguel Hernández (Estudio y edición)" de Carmen Alemany Bay
El pasado 23 de noviembre de 2022 se presentó en la Sala Pascual Rivas de la Antigua Escuela de Magisterio el libro "Textos inéditos e inconclusos de Miguel Hernández (Estudio y edición)" de la autora Carmen Alemany Bay, en el marco del II Seminario Internacional Fundación Legado Miguel Hernández.
Resumen del libro:
En Textos inéditos e inconclusos de Miguel Hernández (Estudio y edición) se recogen más de 170 borradores que escribiera el poeta de Orihuela. No se trata de un libro de poemas, ni siquiera de algunas composiciones inéditas: son textos —eso sí, inéditos— que hacen referencia al insistente y voluntarioso proceso de creación con el que Miguel Hernández elaboraba sus versos.
De la totalidad de los manuscritos, un centenar pertenecerían al primer ciclo de la poesía hernandiana. Fueron escritos entre la elaboración de Perito en lunas y hasta El silbo vulnerado, primera versión de El rayo que no cesa; por tanto, entre 1932 —después de su primer viaje a Madrid—, y comienzos de 1934. Al segundo ciclo, el de El rayo que no cesa, corresponderían una veintena que fueron escritos previsiblemente entre los meses finales de 1934 y hasta la primavera de 1936; al tercero, el ciclo de la guerra (1936- comienzos de 1939), una treintena; y al último, el del Cancionero y romancero de ausencias, no llega a la veintena y probablemente fueron compuestos entre 1939 y mediados de 1941.
Entre este centenar largo de documentos de diversa extensión nos encontramos con páginas y páginas en las que el joven Miguel Hernández escribió compulsivamente imágenes, metáforas, versos sueltos; ejercicios literarios que le sirvieron de aprendizaje y de referente para componer sus poemas, fundamentalmente en el primer ciclo, el perteneciente a Perito en lunas. También proyectos de composiciones, estrofas inacabadas o bien bocetos que se corresponden con algún poema publicado y que por error no fue incluido en la Obra completa (1992) —en este caso se trata tan solo de dos o tres—; asimismo, algunas notas que nos remiten a referencias concretas de su vida cotidiana.
Estos manuscritos nos hacen abundar en la idea de la intensidad con la que Miguel Hernández elaboró su poesía, así como la creencia de que el poema era un objeto que había que construir; en definitiva, hacer de la escritura poética un oficio.
Previamente a la transcripción de los textos, Carmen Alemany Bay ha elaborado una pormenorizada explicación de la procedencia y el sentido de estos borradores.
Fotos de la presentación: